El gato persa es sin duda una de las razas más comunes. Miles de familias alrededor del mundo tienen este gato como fiel compañero en sus hogares. Y no es ninguna sorpresa, ya que su agradable temperamento y peluda apariencia los hacen una opción muy atractiva.
Sigue leyendo y conoce las principales características del gato persa.
Peso y tamaño
El persa se considera un gato de tamaño medio a grande. Mide de 40 a 50 cm de longitud y alrededor de 30 cm de altura. Su peso es muy variado, ya que puede ir de los 3.5 kg hasta los 7 kg.
Aspecto
Los gatos persas destacan por su impresionante pelaje que es largo, suave y abundante. Sus patas son cortas y al mismo tiempo robustas y musculosas para poder soportar el peso de su cuerpo.
En cuanto a la cabeza, es redonda y ancha. Las orejas también tienen una forma redondeada y la nariz es corta. El puente de la nariz debe de terminar justo entre los ojos, característica que le da un aspecto muy particular al rostro de este gato.
El persa puede presentarse en prácticamente todos los colores conocidos en gatos, como el negro, blanco, azul, chocolate, lila o crema.
Origen
Es muy difícil establecer el verdadero origen de razas de pelo largo como la persa, ya que en la naturaleza no existe ningún pariente cercano a los gatos domésticos que tenga esta característica. Esto representa una fuerte evidencia de que estos gatitos son resultado de varios años de cruces entre distintos ejemplares.
Como su nombre lo indica, lo más probable es que sus orígenes se remonten a la antigua Persia, lo que es actualmente Irán. De acuerdo a los registros oficiales, en 1620 un criador de nombre Pietro della Valle trajó varios gatos exóticos de pelo largo a Italia. Unos años más tarde, Nicolas-Claude Fabri de Peiresc importó desde Angora (actual Ankara) varios gatos de largo pelaje a Francia.
Fue en este momento en donde comenzaron a popularizarse los gatos de pelo largo en Europa. Fue hasta el siglo XIX cuando se comenzaron a mezclar distintos gatos en Inglaterra, buscando establecer distintas razas de gatos peludos, lo que dió origen al gato persa como lo conocemos hoy en día.
Personalidad
Los gatos persas son gatos muy cariñosos y sumamente apegados a sus dueños. Son ideales para aquellas personas que busquen tener un gato pero les desagrade la idea de que su mascota salga de la casa, ya que para el persa es mucho más atractivo quedarse en casa con su familia.
Es verdad que su personalidad tiende a ser tranquila, pero esto no significa que no debas de adaptar tu casa para mantenerlos entretenidos y en forma. Es importante que tengas juguetes especiales para gatos y un rascador que evite que arañe tus muebles o pisos.
Cuidados
El encanto de los gatos persas proviene principalmente de su hermoso y abundante pelaje, pero este no se mantiene limpio y libre de nudos por sí solo. Deben de ser cepillados diariamente, y en época de pelecha se debe de aumentar a dos o tres veces diariamente.
Recuerda que la caja de arena siempre debe de mantenerse limpia ya que en su largo pelo puede pegarse suciedad. Otros cuidados que debes de tener es limpiar sus lagrimales y cepillar sus dientes.
Salud y alimentación
Esta raza no tiene requerimientos de alimentación específicos, pero es verdad que por la forma de su mandíbula se les dificulta agarrar las croquetas con los dientes, por lo que utilizan su lengua. Para facilitar este proceso recomendamos que se opte por croquetas de tamaño pequeño.
Desafortunadamente, las razas que son producto de años de cruza muchas veces presentan problemas de salud debido a las mutaciones derivadas de la cría. La raza persa tiende a presentar la enfermedad renal poliquística y la atrofia progresiva de la retina, la cual los puede llevar a la ceguera.
Para evitar la aparición de estas enfermedades lo mejor es la prevención, por lo que recomendamos acudir regularmente al veterinario para revisiones generales.
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