Uno de los cuidados de un gato más básicos es el mantenimiento de su caja de arena. Limpiar la caja de arena de tu gato de forma periódica ayuda para que los felinos tengamos un espacio agradable al que poder acudir cada día para hacer nuestras necesidades.
Al igual que a los humanos también os gusta encontrar el baño limpio cada vez que usáis el retrete, a los gatos, que somos unos animales muy limpios, también nos gusta una caja de arena sin residuos ni malos olores.
Te contamos cómo cuidar un gato limpiando su arenero a través de unos sencillos pasos, y cada cuánto tiempo debes repetir el procedimiento para un correcto mantenimiento de su zona higiénica.
¿Cada cuánto tiempo se debe hacer limpiar la caja de arena de tu gato?
Para que podamos acudir a nuestra caja de arena sin problema, deberás limpiarla periódicamente. Esto dependerá sobre todo del tipo de arena (las aglomerantes requieren un mayor mantenimiento que las absorbentes), pero también influyen otros elementos: el gato, la casa o dónde esté localizada la caja, también importan. Es un procedimiento que no lleva mucho tiempo, y con ello te aseguras de que los malos olores no se acumulan en casa.
Cómo hacer la limpieza de la caja de arena
La limpieza de la caja de arena se hace a través de 5 sencillos pasos:
- Vacía por completo el cajón de arena, eliminando los residuos sólidos y líquidos. Puedes ayudarte con un poco de papel para que sea más fácil.
- Llena la caja de arena con agua templada y añade jabón, dejándolo actuar unos 15 minutos.
- Retira el agua y limpia la superficie del cajón con un cepillo o estropajo. Asegúrate de dejarla totalmente seca.
- Vuelve a llenar el cajón con arena nueva, y colócalo en el lugar habitual dónde suele usarlo tu gato.
- Limpia la zona alrededor del cajón de arena. Retira el polvo que pueda desprender la arena cada vez que tu gato usa el arenero, así como los restos de suciedad y otros residuos que quedan en el suelo. ¡Así de fácil!
¿Y tú, también limpias correctamente la caja de arena de tu gato?