¿Has podido comprobar por ti mismo la pasión que sentimos los gatos por las cajas? Tan solo con dejar una caja a nuestro alcance, sentimos la necesidad de meternos en ella y convertirla en nuestra propiedad. No importa si se trata de una caja grande o si es minúscula, en todas ellas encontramos un juguete ideal para pasar el rato.
La mayoría de humanos no consiguen comprender por qué los gatos tenemos tal obsesión con este sencillo objeto. Hoy quiero hacerte entender por qué gatos y cajas son siempre una combinación ganadora.
¿Por qué a los gatos les gustan las cajas?
Por muchos juguetes especiales que tengamos en casa, una simple caja suele convertirse siempre en el favorito de cualquier gato. Ni camas, ni rascadores, ni túneles o casitas; una caja siempre nos hace mucho más felices. Y es que las cajas tienen tantas utilidades para nosotros que siempre podemos sacarle mucho provecho.
Esconderse
A los gatos nos encanta escondernos. Las cajas son perfectas para sentirnos en un lugar seguro donde nadie nos ve, y dónde podemos ver todo lo que pasa a nuestro alrededor por una pequeña rendija.
Dormir
Cuando no estamos vigilando, las cajas también nos sirven para poder dormir en un sitio tranquilo. El cartón es un material blandito, aislante y muy cómodo. Casi más cómodo que cualquier cama para mascotas que puedas encontrar en el mercado.
Curiosear
Una caja cerrada puede contener cualquier cosa en su interior. Los gatos somos curiosos por naturaleza, y podemos pasar horas intentando abrir la caja para ver qué tiene dentro. Nos encanta olerlas, tocarlas, y al final poder acceder a su contenido para llevarnos una gran sorpresa.
Rascar y morder
El cartón es perfecto para rascar, morder y poder rozarnos con él para marcarlo y hacer nuestra la caja. Es muy habitual que aunque le tengamos mucho aprecio a nuestra caja favorita, se convierta en el lugar ideal para afilar las uñas. ¡Esta es nuestra forma de personalizarla!
¿Y a tu gato, también le gustan tanto las cajas? ¿Cómo las suele utilizar él?